Maldita Navidad

Hoy no seré demasiado original. Cosas de los excesos con el turrón y
demás porquerías llenas de calorías y toxinas que hacen que engordemos
como terneras en estas fechas. Pero me come la rabia por dentro ante el
puro fariseismo de estas supuestas "fiestas". Me repunga el anuncio de
El Almendro y esa familia feliz que espera a su hijo ansiosa, porque no
fallará en Navidades. Me espantan los buenos sentimientos que afloran
incluso en gente que desprecia al prójimo diariamente y que piensa que
por pagar una cena de empresa o dar un aguinaldo conseguirá que se le
abran las puertas del cielo. Odio tanta sonrisa en la calle y tantas
"felices fiestas" en boca de unos y de otros. Porque esta es una época
de felicidad obligada, pero hay quien no tiene ganas de sonreir. Y me
ha tocado de relativamente cerca, aunque no directamente. Alguien a
quien quiero mucho ha perdido a un ser muy querido tras una larga
enfermedad. Dos días antes de Nochebuena. Se te queda voz de estúpido,
cara de tonto y ganas únicamente de acarciarla y abrazarla para
intentar que olvide este mal trago. Pero como no es posible, has de
encontrar un consuelo en palabras que se lleva el teléfono, y que
apenas serán una sarta de tópicos. Pienso en esa familia. Imagino que
cada Navidad no recordarán otra cosa que la pérdida de esa persona
querida, que están un poco más solos, y que mientras el resto de este
falso país ríe, bebe y disfruta con los especiales de televisión, su
casa está más vacía, más callada, más triste.

Cada vez miro con
más indiferencia este dechado de buenos sentimientos que es la Navidad,
la jodida "Natividad del Señor", ese que "sabiamente" llama a su reino
de los cielos a los elegidos (aunque tengan 17 años) y deja en la
tierra a millones de indeseables que, sin ir más lejos, queman mendigos
en un cajero por el simple hecho de divertirse. Afloran demasiadas
dudas de la bondad divina en estos días. De regalo, ese concepto tan en
decadencia como es la familia vive su momento más crítico. ¿Pero y los
que no creemos en la familia? ¿Y si no somos convencionales y tenemos
que tener la cabeza en un sitio y el corazón en otro? Pues estas
maravillosas fiestas se encargan de ahondar en la soledad y el vacío
emocional, para que te sientas bien miserable. Asco de Navidad.

Y se aproxima ferozmente el día 31 y la asqueante Nochevieja. Hace años
que no salgo de cotillón, y envidio bastante poco a los que se chuzan
como campeones hasta las 12 de la mañana, bailan la conga en la fiesta
y esperan a los churros matutinos. No necesito que me digan cuándo debo
emborracharme, y el 31, creedme, no me toca por más que sea
"tradición". Se me agolpan demasiados malos recuerdos. Y me ronda
además la cabeza con los deseos para el Año Nuevo. Mar de dudas. Ya me
ocurrió durante mi cumpleaños. Y entonces mi único pensamiento fue "que
lo que tenga que ser, sea". Original, ciertamente. No es que no tenga
pulsiones ni inquietudes, que las tengo. Pero prefiero no ejercitarlas
para no llevarme el chasco de la decepción cuando fracaso en el intento
de realizarlas. En lo más profundo de mis sentimientos hurga una idea,
a la que procuro alimentar bien poco, pero que se empeña en musitarme
al oido "no hay dos sin tres". Y como San Pedro, niego.

Tampoco me gusta deambular entre mis recuerdos. El pasado, pasado está.
Me escudo en el presente y en imaginar un futuro positivo, lejos del
pesimismo que me invade de tanto en tanto, y que germina cuando
todos
mis amigos a coro me aseguran que en el sur seré más feliz. Me resisto,
porque no por que me digan una misma cosa repetidamente cala en mí.
Galicia todavía tiene que ofrecerme algunas cosas, y creo que 2006 será
el año. Lo cierto es que mi presente me ilusiona en tanto en cuanto lo
comparo con el de mis semejantes, y contemplo cuán afortunado soy de
tener un trabajo, salud (por más que lleve resfriado diez días y con
tos crónica), y un puñado de amigos abajo y arriba que se acuerdan de
mí.

A veces deseo dormir y que al despertar haya retrocedido dos meses. Así
podría enmendar graves errores vividos. Otras, que al abrir los ojos
sea ya 10 de enero y haya pasado este aluvión de felicidades postizas y
la música de los carnavales me transporte al mundo del cuplé y el
popurrí. Las más, tristemente, me levanto de la cama y veo que los
sueños no se cumplen y sigo en este puto mes de diciembre, que comienza
sumándome años y termina recordándome lo voluble que es el ser
humano. Efectivamente, hoy no tengo el día.

PD: Mucho ánimo, que es lo que queda en estos días, y recuerda que el
mundo necesita oír tu risa. No le castigues en exceso sin ella. K.

4 comentarios

  1. hi Dino!Feliz Navidad aunque t joda! no te molestes que es un deseo de corazón.He llegado a tu comentario por casualidad, porque estoy aprendiendo como se maneja esto. Si, yo soy de las que anoche tampoco se fue de copas. No se si el comentario acerca de tu amiga es porque te preocupas por ella o por propia frustración personal. Si es por lo primero por favor lee lo que te tengo que decir y luego si quieres me tiras a la papelera de reciclaje.Yo estoy en la misma situación que tu amiga (al menos parecida). Es el primer año que pasamos la Navidad sin mi padre, él murió en septiembre después de sufrir durante 10 meses. ¿Me siento mal? Pues claro que sí pero te voy a comentar: Cuando él falleció recibí mensajes y llamadas de más de 40 personas, bueno, no eran sólo personas, eran amigos. A muchos de ellos no pude contestarles en el momento pero sentí su cariño y eso me ayudo muchiiiiiiisimo. ¿Cómo ha sido mi Navidad? imagina una mesa que a pesar de tener 26 personas sentadas alrededor, está vacía. ¿Por qué a pesar de todo te deseo feliz Navidad? Sencillo. Al encender mi movil esta mañana tenía más de 30 sms de esos amigos que continúan a mi lado, a pesar de que nos separan muchiiiisimos kilómetros. No te contesto sólo para que tú te sientas mejor (que de veras lo deseo), sino para que tu amiga sienta un poquito del cariño que recibo yo (a veces sin merecerlo).Por favor, vuelve a llamarla hoy y cuantos dias sea necesario. Procurale un rato de cariño y enseñale lo bonita que a pesar de todo puede ser la vida. Puedes estar seguro que lo último que haces cuando insistes es molestar.Espero no haber molestado, y sobre todo, haber aclarado un poco tu amargura con mi granito de esperanza.Besos Pili

  2. Saludos cordiales:No conozco a Pili pero estoy totalmente con ella. Yo perdí a mi madre y a mi abuelo un mismo día, un 30 de diciembre, y no por ello hemos dejado de celebrar la Navidad; hay que seguir adelante por los vivos y alegrarse por el legado que te dejaron aquellos que se fueron. Es muy duro, pero hay que seguir, sin olvidar pero también sin lamentar. Y por cierto, la llamada más importante no es la del día siguiente, sino la que se sigue recibiendo cuando el móvil ha dejado de sonar.Un abrazo desde la tacita.

  3. Agradezco vuestras palabras, pero mirad la diferencia: tanto uno como otro habla de haber perdido a un padre, una madre o un abuelo. ¿Pero como es perder un hijo? ¿Cómo es ver morirse poco a poco al fruto de tu vientre (sueno a párroco, lo sé) cuando apenas ha visto y vivido la vida? Esa es la sensación de frustración en una familia que tenía sólo a esa hija, y que ahora está inmersa en la soledad. Yo, cierto es, no estoy afectado por esa pérdida, sencillamente porque no conocí a la chica en cuestión. Pero sólo por ver lo que representa para mi ser querido, me puedo hacer a la idea y comparto por solidaridad su pérdida. Esas ausencias son las dolorosas. Y no es amargura lo que arrastran mis palabras, sino una dosis demasiado aguda de desencanto e indiferencia.

  4. Carais, chico, a ver si te voy a tener que animar yo a ti y devolverte el "espítu navideño". Míralo de esta forma: no dejan de ser vacaciones. Tú ahora estás librando en el Sur, así que aprovecha para correrte unas buenas juergas con los colegas (sobre todo si te pagan las copas) y de disfrutar de la gente que te rodea. La excusa no tiene por qué ser "el día de Nochebuena" o "el cotillón de Nochevieja". Estás en buena compañía, es sábado y toca. Y punto. Aquí se hará lo mismo, porque el tema es pasárselo bien e intentar olvidarse de exámenes, facultades, trabajos…. y esas cosillas que dan mal rollo. Aunque habrá que combinar el tiempo de ocio con algo de biblioteca (aún no me puedo creer que la mi pueblo tenga internet… y vaya rápido…! Toy flipando ahora mismo) Espero que por ahí las cosas vayan rodadas y… gracias por preocuparte, de verdad que agradecí tu llamada y echarme unas risas a tu costa x) (eso sí, como vuelva a leerte algo tan melancólico bajo a partirte las piernas, me oyes?)Un besiño ;-) (uuyss…. no sé si decir "Feliz Navidad"…)Diré: Feliz Año x)

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